Hola, que tal la gente caminante, bienvenidos a este encuentro con la vida, esta búsqueda de brazas para nuestro fogón de la esperanza.
Lunes 6 de septiembre de 2010.
En el Evangelio que hoy se proclama en las Misas, Jesús vuelve a interrogarnos con esta preguntar crucial… ¿amas la vida o la desprecias?
Esto no es una cuestión religiosa, en todo caso es de moral, todo hombre creyente o no, debe responder el cumplimiento de la ley divina.
No matarás.
El desprecio por la vida es conocido en todo el universo, con solo pensar en el aborto legal, o clandestino, siempre son personas quienes ejecutan a un inocente e indefenso niño que no ha nacido, hay otras formas de desprecio.
Para no caer en generalidades, que se vuelven ambiguas formas de protestar sin protestar, me detengo en dos casos muy conocidos.
Ayer un corredor de carreras de motocicletas, cae de su vehículo, es atropellado y pierde la vida.
Los organizadores, temerosos de recibir sanciones de los que programan con dineros estos espectáculos, se callan la boca, y dejan seguir la carrera, total aquí no ha pasado nada.
La otra noticia es más terrible aun, en Irán una mujer es condenada a muerte por lapidación.
Esta condena, muestra la hipocresía que reina en tantos, cuando todo lo ven según el cristal con que se mira.
Ni Ña Hebe ni mamá Luchetti ha dicho mú, más tratándose de una mujer.
Tampoco el famosos INADI se ha pronunciado, y otras organizaciones que dicen defender a la mujer, y luchar contra toda clase de violencia contra ella, han hecho oír su voz.
No vaya a ser que se despierte el dragón iraní y nos escupa fuego.
Hace una semana decíamos que la vida es de Dios y está en sus manos, por eso estamos seguros que hay que salvar la vida, incluso como enseña Jesús, contrariando algún precepto religioso.
foto de archivo
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